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Foto del escritorAlejandra Herrera

¿Sabes qué es, cómo se toma y para qué sirve una citología cervical?

Actualizado: 9 nov 2020

Debemos de comenzar por lo básico. La citología cervical o test de Papanicolau (PAP) se trata de una citología de tipo exfoliativa, es decir, extraemos células de las capas más externas del cérvix uterino para su análisis bajo el microscopio. Para su toma se requiere del espéculo, instrumento que nos permite abrir la vagina y ver el cuello del útero, así como de la ayuda de una espátula de madera y un cepillo para conseguir las células. Una vez exfoliadas las células con la espátula y el cepillo éstas se extienden en un cristal (portaobjetos) y se fijan con un spray para su posterior visualización con el microscopio.



Habitualmente el ginecólogo es quien toma la muestra y otro especialista, el anatomopatólogo, es el que la analiza. Este especialista valora múltiples aspectos en las células: su morfología, grado de tinción, relación núcleo-citoplasma, etc. para clasificarlas como normales o no según el momento del ciclo menstrual de la mujer. Se analizan 3 tipos celulares, los dos primeros tomados con la espátula (cada uno por un extremo diferente que se adapta a la morfología de la zona del cérvix que vamos a exfoliar) y el tercero con el cepillo:


  1. Primera muestra: células de los fondos de saco vaginales y exocérvix (parte más externa del cuello).

  2. Segunda muestra: células de la parte central del cuello y que incluye la zona de “transformación”, es decir, zona donde las células del interior del cuello (endocervicales) se transforman en las células del exterior (exocervicales).

  3. Tercera muestra: células del interior del canal cervical (endocervicales).


Vista real del cérvix uterino a través del espéculo


Existen dos tipos de citología:


- La “convencional” es la técnica descrita en el párrafo anterior y la más empleada (extensión de las células exfoliadas sobre un portaobjetos y fijadas mediante un spray de etanol). Es una buena técnica para la detección del cáncer de cuello uterino pero tiene un importante hándicap: una alta tasa de falsos negativos (15-40%), es decir, hasta un 40% de las citologías descritas como normales realmente no lo son. En 2/3 de los casos se debe a limitaciones en la toma de la muestra, esto quiere decir que hasta el 80% de las células exfoliadas no quedan adheridas al portaobjetos (bien por defectos en la extensión o porque quedan adheridas a la espátula y el cepillo). En el 1/3 restante se debe a una difícil interpretación de la muestra debido a artefactos producidos por exceso de moco, sangre, células inflamatorias, defectos de fijación o escasa celularidad en la muestra.


- La citología en medio líquido consiste en la introducción del dispositivo que toma la muestra (digamos la espátula o cepillo) en un medio líquido fijador, lo cual proporciona grandes ventajas: incluir la totalidad de las células exfoliadas para su estudio (muestra más representativa), mejor conservación de la muestra y disminuye el número de muestras no significativas (hasta un 70%) dado que el medio líquido lleva a cabo una acción mucolítica y hemolítica. Además este tipo de citología nos permite el análisis de ADN de VPH (Virus del Papiloma Humano) con el material restante, lo cual no es posible con la citología convencional. Sin embargo, tiene 2 importantes hándicaps: mayor tiempo de procesado de la muestra (pues requiere de máquinas automáticas o semiautomáticas que procesen la muestra para su lectura) y mayor coste económico.


Por todo esto la mayoría de sociedades científicas (incluida nuestra Asociación Española de Patología Cervical y Colposcopia) apoyan la citología en medio líquido como opción preferente como método de cribado frente a la citología convencional, sin embargo, AMBOS MÉTODOS SON ACEPTABLES PARA EL SCREENING DEL CÁNCER DE CÉRVIX, pues aunque la citología convencional tenga sus limitaciones, la líquida no ha demostrado detectar un mayor número de lesiones de alto grado (CIN 2 o superior) que a nivel clínico son las que nos interesan ( pues son las que con una mayor probabilidad progresan a un cáncer).


Pues bien, después de comentar este aspecto más técnico sobre las citologías (en mi opinión es muy importante conocerlo pues debemos saber que no existe ninguna prueba con un 100% de sensibilidad ni especificidad) pasamos a comentar el objetivo de las mismas.


El objetivo de las citologías es DETECTAR LESIONES PRECANCEROSAS. Sí, esto quiere decir que vamos a detectar alteraciones celulares que aparecen en el cuello del útero años antes de que se desarrolle un cáncer y tratándolas, por tanto, evitamos que aparezca dicho cáncer. Es por ello muy importante que cuando nos informen de que nuestra citología está alterada o el resultado no es normal, ¡no pensemos que tenemos un cáncer! Es más, la citología por sí sola no nos aporta suficiente información como para dar un diagnóstico pues se trata de una prueba de cribado o screening, eso quiere decir que es el primer paso para detectar que algo “no va bien” y así poder “cribar” a la población en bajo o alto riesgo, pero siempre se necesitan de otras pruebas como son la colposcopia (visualización del cuello bajo el microscopio y toma de biopsia dirigida) y la determinación del VPH para poder catalogar correctamente el tipo de lesión, profundidad y riesgo de progresión de la misma.


Espero que os haya gustado este post pero sobre todo me gustaría que recordarais que la citología, en cualquier de sus modalidades, es una buena prueba para DETECCIÓN DE LESIONES PRECANCEROSAS, y del tal forma, para prevenir LA APARICIÓN DEL CÁNCER DE CUELLO DE ÚTERO.

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